Historia de este título Mariano

En Issoudun (Francia) fue el sacerdote Padre Julio Chevalier, cuya causa de beatificación está introducida, quien le dio a la Santísima Virgen este nombre nuevo en 1857. Para él, aquel título indicaba que María había sido preferida entre todas las mujeres por el Corazón amante de Dios; que había sido destinada a ser madre de los hombres, para llevarlos al Corazón de su Hijo; que, en fin, era Ella: nuestra poderosa abogada ante el Corazón de su Divino Hijo.

Este nuevo título implica dos de los protagonistas del misterio de la Encarnación: Jesús y su Madre. María invocada como Nuestra Señora y Cristo contemplado bajo el signo de su Sagrado Corazón. Somos proyectados así al corazón del misterio de la fe. "¿Acaso no es María la que nos hace entrar en el misterio de Cristo y de la Iglesia?", dirá el Concilio Vaticano II.

Estamos en el corazón del Evangelio que nos revela la intimidad de María y de Jesús: la Anunciación, la Navidad, Caná, la Cruz y más tarde el Cenáculo.

Padre Julio Chevalier

...Al pronunciar este nombre, agradecemos y glorificamos a Dios, porque ha escogido a María entre todas las criaturas para formar en su seno virginal el Corazón adorable de Jesús. Reconocemos mediante este título especial, resumen en cierto modo de los demás títulos de María, el inefable poder que el dulcísimo Salvador le ha concedido sobre su Corazón adorable. Suplicamos a esta compasiva Madre que nos conduzca al Corazón de su Hijo... Como el poder de María sobrepasa cuanto nuestra débil razón puede concebir, y Jesús escucha siempre las humildes súplicas y ruegos de su Madre, le confiaremos el éxito de las causas difíciles y desesperadas...

Santa María es Madre, Guía y Compañía en nuestra vida espiritual, y nos va haciendo comprender cada vez mejor, la intimidad de sus relaciones con su Hijo, desde la Encarnación hasta su Asunción a los Cielos.

Santa María del Corazón de Dios

Dios, en sus Tres Personas Divinas, ama a la Santísima Virgen como a ningún otro ser creado. Y Santa María ama a Dios Trinidad como ninguna otra criatura le ama. Nadie como Santa María del Corazón de Dios, tiene una relación tal, con cada una de las Tres Divinas Personas; sólo Dios mismo prevalece. Por lo que el amor de, y a la Santísima Virgen, nos ayuda así, de forma única, a crecer en el amor a la Santísima Trinidad.

 

La Oración del Acordaos y del Acuérdate

Lo esencial de lo que implica el título de Nuestra Señora del Sagrado Corazón: el poder de María sobre el Corazón de su Divino Hijo. Ello es lo que convierte a María en la más poderosa intercesora. Y por ello se le denomina también como “Abogada de las causas difíciles y desesperadas”

Todos los devotos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón gozamos también de una oración "oficial" dirigida a ella. Le llamamos la Oración del “Acordaos” (autor: P. Julio Chevalier, MSC). Es una bonita oración de súplica que millones de personas rezan a diario en los cinco continentes y que es considerada como una poderosa oración de intercesión.

Hay una versión más moderna que llamamos “Acuérdate” (autor: P. Jean Tostain, MSC) y que trata de expresar lo mismo, pero bajo la óptica teológica del Vaticano II. (traducción de las Hijas de Santa María del Corazón de Jesús)

Acordaos

¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón!, del inefable poder que vuestro Hijo divino os ha dado sobre su Corazón adorable. Llenos de confianza en vuestros merecimientos, acudimos a implorar vuestra protección. ¡Oh celeste Tesorera del Corazón de Jesús, de ese Corazón que es el manantial inagotable de todas las gracias, y el que podéis abrir a vuestro gusto para derramar sobre los hombres todos los tesoros de amor y de misericordia, de luz y de salvación que encierra! Concedednos, os lo suplicamos, los favores que solicitamos. (Se pide la gracia que se desea alcanzar)

No, no podemos recibir de Vos desaire alguno, y puesto que sois nuestra Madre, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón!, acoged favorablemente nuestros ruegos y dignaos atenderlos. ¡Así sea!

¡Ntra. Señora del Sagrado Corazón, rogad por nosotros! (Repetir con fervor tres veces.)

Acuérdate

Nuestra Señora del Sagrado Corazón, de las Maravillas que hizo en Ti el Señor. Él te escogió por Madre y te quiso junto a su cruz. Ahora, te hace partícipe de su gloria y escucha tu plegaria. Ofrécele nuestra alabanza y nuestra acción de gracias. Preséntale nuestras peticiones...(Se pide la gracia que se desea alcanzar)

Haznos vivir como Tú, en el Amor de tu Hijo, para que venga a nosotros su Reino. Conduce a todos los hombres, a la Fuente de Agua Viva que brota de su Corazón, extendiendo, sobre el mundo, la esperanza y la paz, la misericordia y la salvación. Mira nuestra confianza, responde a nuestra súplica y muéstrate siempre nuestra Madre. Amén.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón. Ruega por nosotros. (Se dice tres veces).